El dolor abdominal tiene muchas causas posibles. Las causas más comunes, como dolores por gases, indigestión o distensión muscular generalmente no son graves. Otras afecciones pueden necesitar atención médica urgente.
Si bien el lugar y patrón del dolor abdominal puede proporcionar pistas importantes, el curso temporal es especialmente útil para determinar su causa.
El dolor abdominal agudo se desarrolla y con frecuencia se resuelve después de unas horas a unos días. El dolor abdominal crónico puede ser intermitente (ocasional), lo que significa que puede aparecer y desaparecer. Este tipo de dolor puede persistir durante semanas o meses, o incluso años.
Algunas afecciones crónicas causan un dolor progresivo que empeora sostenidamente con el tiempo.
Dolor Agudo
Las diferentes afecciones que causan dolor abdominal agudo normalmente están acompañadas de otros síntomas que se manifiestan en horas o días. Las causas pueden oscilar entre problemas sin mayor importancia que se curan sin tratamiento y emergencias médicas graves
Dolor Crónico (intermitente o episódico)
A menudo resulta difícil determinar la causa específica del dolor abdominal crónico. Los síntomas pueden oscilar entre leves y graves, pueden ir y venir, pero no necesariamente empeorar con el tiempo.
Dolor Progresivo
El dolor abdominal que empeora a un ritmo constante con el tiempo, a menudo acompañado de la presencia de otros síntomas, suele ser grave.
Apendicitis
La apendicitis es una inflamación del apéndice, una bolsa en forma de dedo que se proyecta desde el colon en el lado inferior derecho del abdomen. La apendicitis provoca dolor en el abdomen bajo derecho.
Sin embargo, en la mayoría de las personas, el dolor comienza alrededor del ombligo y luego se desplaza
Un síntoma temprano de la apendicitis es el dolor, por lo general en el centro del abdomen, pero algunas veces en el costado derecho. El dolor puede ser difuso al comienzo, pero se puede volver más agudo y severo.
En la mayoría de casos no existe una causa evidente. Se cree que se produce por obstrucción de la luz del apéndice que conlleva un sobre-crecimiento de los microbios que hay en su interior.
En la mayoría de los casos, la operación dura entre media hora y una hora. Si su apéndice se ha reventado, se liberan bacterias en la cavidad abdominal.
Debido a esto, la operación puede tardar más. Para llegar a su apéndice, su cirujano puede usar una de dos técnicas.